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Se ha demostrado un nuevo tipo de ataque que se vale de estaciones de carga para dispositivos móviles, comunmente encontradas en espacios públicos como aeropuertos y centros comerciales.

Esta práctica, conocida como juice jacking, permite a los atacantes robar datos u obtener acceso no autorizado a los teléfonos de las víctimas, dependiendo de la vulnerabilidad que se intente explotar. Estos atacantes instalan malware en las estaciones de carga públicas o en los cables USB para robar información como números telefónicos o contraseñas.

Para demostrar el impacto que estas estaciones de carga ilegítimas pueden tener, el especialista de ciberseguridad, Jim Stickley, colocó una estación de carga con hardware especial instalado en un espacio público en la ciudad de San Diego, y logró obtener visibilidad y poder grabar las pantallas de las “víctimas” (voluntarios que se encontraban al tanto del experimento).

Stickley comenta que “la mayoría de gente asume que sus computadores pueden ser hackeados” y que “asumen que sus teléfonos no pueden ser hackeados” y advierte que el hacking de dispositivos móviles es muy común y uno de los blancos más valiosos son las cuentas de correo electrónico, ya que “el nombre de usuario de todo el mundo es su correo electrónico” y que “este puede ser utilizado para reniciar contraseñas”.

Referencia: https://www.nbcnews.com/news/amp/ncna1132046

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